Nosotros, ese exclusivo grupo de gente que sufre de migrañas, somos súper sensibles. Sensibles a los efectos del alcohol, del chocolate, del estrés…Que si dormimos de más, que si dormimos de menos… Y ojo con saltearse alguna comida!
Por si la lista fuera corta, también tenemos que agregar el clima: los cambios de clima también pueden desencadenar migrañas. ¡Y como! Por ejemplo, ayer acá en Israel tuvimos “obej”: un tipo de viento con arena y polvo, que es molesto para todos, pero especialmente para los alérgicos. Asi que me puse a buscar en Google acerca de la relacion viento de arena-migrana. Y encontré esto:
"El llamado mal viento también provoca dolores de cabeza y la migraña entre muchas personas. [...] En la montaña y el desierto, vientos cálidos y muy secos secan las membranas mucosas, irritan las vías respiratorias e ionizan el aire. Por ejemplo, las poblaciones de los países alpinos ssufren de dolor de cabeza y migraña cuando su viento föhn desciende de las montañas; los norteamericanos las padecen en los días chinook, los israelíes cuando sopla sharav o hay obej, y los australianos en días con vientos del este, oeste o norte, dependiendo de qué parte de la costa viven."
Asi que al parecer el viento puede también desencadenar migrañas, y la de ayer fue una “migraña climática”. Y por acá el "obej" continúa...
El viento del desierto
Posteado en clima, desencadenantes en Wednesday, February 11, 2015 12:28 AM por Patricia
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